martes, 17 de febrero de 2015

Receta para hacer tinta ferrogálica

Hoy hemos, digo hemos por no decir he, hecho tinta. Todo empezó hace tres meses recogiendo setas, recogimos también agallas de roble, digo recogimos porque yo no las cogí. ¿Qué hacer con esas agallas de roble? Ni idea, hace dos meses en la exposición del archivo histórico de Tavera me encuentro con las agallas de roble en una vitrina donde explican el proceso de elaboración de la tinta. Me informo. Pongo en el buscado de google "como hacer tinta" y hasta hoy, bueno hasta la semana pasada que trituré las agallas de roble las eché en el agua destilada (el agua de lluvia que había encontrado en los tiestos vacíos de la terraza. Y hasta hoy.

Al grano, para hacer la tinta he utilizado:

  • 300 mililitros de agua de lluvia
  • 30 gramos de agallas trituradas
  • 20 gramos de sulfato ferroso
  • 10 gramos de goma arábiga.

Receta:
Ponemos en remojo las agallas trituradas con el agua y lo dejamos unos días, yo he dejado una semana porque se me fueron complicando los días. Una vez macerado, se filtra la mezcla y se le añade el sulfato ferroso que al contacto con el liquido marrón, fruto de la maceración, se vuelve negro. Se le añade a la mezcla la goma arábiga para espesar y se deja reposar un tiempo, unos días, para poder dibujar o escribir (viene siendo lo mismo) con la tinta ferrogálica como la hacían los escribientes medievales. Al final le eché un chorrito de vinagre (apuré un frasco de vinagre de Módena que es más acorde con el color final de la tinta) para evitar que salgan hongos.

Agallas de roble, recolectadas en el Pielago del Real de San Vicente
Fotos del proceso: Trituramos, a martilazos, las agallas de roble y las dejamos macerar con agua de lluvia.

Pasados unos días mezclamos el liquido obtenido de la meceración de las agayas, con la goma arábiga y el sulfato ferroso. Dejamos unos días reposar. 


En alguna ocasión sustituyo el agua de lluvia por vino y obtengo una tinta espesa con olor a bodega.